miércoles, 8 de julio de 2009

De regreso.

Hola, ¿cómo están?

De nuevo pidiéndoles una disculpa por no haberme comunicado con ustedes por intermedio de mi página. Ya pasó un mes desde la última vez que estuve en contacto con ustedes. Esperaba tenerles buenas noticias a todos mis amigos americanistas, pero desgraciadamente no ha sido así. Más adelante les contaré que ha ido pasando con mi vida profesional y familiar.

Hoy pasé por un quiosco de revistas y ví la portada de Fibra América donde salimos Alfredo, Vinicio y un servidor. Al llegar a mi casa la leí y después de leer las tres entrevistas, hay algunas pequeñas lagunas mentales de estos dos amigos a los cuales aprecio mucho. Efectivamente el América que recordábamos se fue armando de años atrás, pero cuando me llevaron de técnico del América, a mi maestro del alma las cosas no le salían bien con estos grandes jugadores y por eso me llevaron a mí. Dirigí los últimos 5 partidos, los empatamos todos.

Cuando llega un técnico nuevo, como en este caso llegué yo, es porque al entrenador anterior no le está yendo bien. Al terminar el año empezamos a crear un nuevo equípo, se les olvidó a estos dos amigos que cuando yo llegué Cristobal Ortega era extremo derecho, que entre paréntesis es mi hijo deportivo y también lo considero un hijo más. Cristobal jugaba de extremo derecho, trabajando y platicando todos los días en la cancha, lo hice contención, en ese puesto jugó 10 años más. Ahí empieza el gran América con Cristobal como contención, y como fuí a buscar a Batata con Panchito Hernández y Nicola Graviña a Brasil, que ha sido uno de los mejores extremos derechos que ha habido en la historia del América: ¡espectacular el Batata!

Y de ahí empezamos a armar el gran equípo América que tantas satisfacciones le dió al Club América. Al torneo siguiente fuimos a buscar a Outes, Brailovsky, Bacas, y así poco a poco fuimos formando uno de los mejores Américas de la historia.

Esto se los cuento porque viendo y escuchando por televisión, radio y leyendo periódicos me he ido informando de los supuestos jugadores que llegaron al América. Escuché que llegaba Mosqueda, un jugador para salir jugando y que se agregue al ataque y yo me pregunto ¿con quién va a salir jugando?. Un equípo se arma primero con lo que tienes y se le incrusta gente que le sirvan a los que están y que hagan crecer a los jóvenes.
Me explico: tienes a Rojas y al Topo por los laterales, ¿quién va a jugar al lado de Mosqueda?. Se fueron Arguello y Vera (contenciones), se quedan Pardo y Silva de contención. Un central para un servidor, primero tiene que defender bien, ser líder, ganar en las dos áreas en las pelotas paradas, ¿con quién va a salir jugando Mosqueda?. Las contrataciones del Jager Martínez y de Arnold Rivas se me hacen muy buenas porque los conozco perfecto de San Luis y Tecos. El Jager no es lateral izquierdo, es lateral volante y Arnold es un chavo con unas condiciones extraordinarias que puede ser usado como enganche y jugando por fuera en ofensiva tanto por derecha como por izquierda.

Por eso al leer la revista me hicieron recordar mis buenos amigos Alfredo y Vinicio que lo más importante de un equípo de fútbol y más en nuestro América es que hay que tener un conocimiento de lo que se lleva al club tanto como profesionales, como seres humanos y con capacidad de liderazgo, (esto me recuerda cuando trajeron al chico Insúa que a todos les dije que en el América no iba a poder jugar, venía de irse a segunda división el Alemania y le iba a costar mucho trabajo jugar en nuestro club), y conocer el gusto y la historia del América, que parece fácil para algunos pero si no has conocido las entrañas del vestidor de América y sentido como te juegan los todos los rivales de México, es muy complicado.

Nos vemos, les mando un abrazo, que Dios los bendiga y que América tenga un muy buen año.

P.D.
Ya esperé mucho y les quiero avisar que voy a volver al fútbol si Dios quiere.

CARLOS REINOSO