El entrenador chileno califica de todo un reto profesional intentar mantener a los Gallos Blancos del Querétaro en la Primera División; por ahora no ha sumado puntos.
La situación de Querétaro es preocupante. Es el único equipo de los 18 que en la octava jornada del Torneo Clausura 2009 no ha obtenido un solo triunfo, se ubica en el fondo de la tabla general de la competencia y, lo peor, es que como recién ascendido, lucha por su permanencia en la Primera División profesional.
Ante tal panorama, hace dos jornadas su directiva decidió cesar a Héctor Medrano y darle el timón al chileno Carlos Reinoso, quien tampoco pudo ganar sus dos primeros partidos.
Aun así, el llamado Maestro no decae, exige en el entrenamiento a sus jugadores, pese al lodazal que invade la cancha del campo de golf en el que practican; les pide que no se guarden nada.
Luego, con una expresión inescrutable, acepta que sus pupilos deben reaccionar ya y ayudarlo, pues si aceptó el desafío de dirigir a los Gallos Blancos fue porque sabía —advierte— que podía mantenerlos en el máximo circuito.
Aun así, el llamado Maestro no decae, exige en el entrenamiento a sus jugadores, pese al lodazal que invade la cancha del campo de golf en el que practican; les pide que no se guarden nada.
Luego, con una expresión inescrutable, acepta que sus pupilos deben reaccionar ya y ayudarlo, pues si aceptó el desafío de dirigir a los Gallos Blancos fue porque sabía —advierte— que podía mantenerlos en el máximo circuito.
Además, reveló que si él se alejó del futbol es por la enfermedad de uno de sus hijos y que, aunque estuvo a punto de integrarse al América, el club de su vida y en el que, dice, varios tiemblan al verlo, Querétaro le da la oportunidad de mantenerse cerca de los suyos, aunado al reto profesional que conlleva.
¿Por qué tomar un equipo con tan grande problemática de descenso?
“No me sacaron, decidí retirarme por la enfermedad de mi hijo, se me había muerto mi hermano de cáncer cuando estaba en Tecos. Regreso porque Javier Pérez Teuffer me prometió volver al América como parte de Socio Águila —el equipo que competía en la extinta Primera A— o ser técnico del Necaxa después de Hugo (Sánchez), pero él sale. Luego (Guillermo) Cañedo, en el último momento de su gestión, me invitó a ser director deportivo, pero no se da. Con Michel Bauer —presidente de las Águilas— había firmado un contrato para estar ahí de asesor”.
“No me sacaron, decidí retirarme por la enfermedad de mi hijo, se me había muerto mi hermano de cáncer cuando estaba en Tecos. Regreso porque Javier Pérez Teuffer me prometió volver al América como parte de Socio Águila —el equipo que competía en la extinta Primera A— o ser técnico del Necaxa después de Hugo (Sánchez), pero él sale. Luego (Guillermo) Cañedo, en el último momento de su gestión, me invitó a ser director deportivo, pero no se da. Con Michel Bauer —presidente de las Águilas— había firmado un contrato para estar ahí de asesor”.
¿Por qué no quedarse en América?
“A la semana se da lo de Querétaro, me dije, ‘esperé mucho para regresar a mi casa y no se dio’, hay mucha gente que se pone nerviosa, porque voy al América, no deben saber quién soy”.
“A la semana se da lo de Querétaro, me dije, ‘esperé mucho para regresar a mi casa y no se dio’, hay mucha gente que se pone nerviosa, porque voy al América, no deben saber quién soy”.
¿Y no lo saludan?
“A veces voy y se arrancan, me tienen pavor, pero si fueran capaces no lo tendrían. El 1 de septiembre empezaba con el América, pero luego de hablar algo de dinero, que ese no me interesa ni aquí ni allá, tomo Querétaro, aquí estoy cerca de León, San Luis y el Distrito Federal, donde está mi familia. Asumo este reto, porque tengo fe y confianza de que lo voy a sacar adelante”.
“A veces voy y se arrancan, me tienen pavor, pero si fueran capaces no lo tendrían. El 1 de septiembre empezaba con el América, pero luego de hablar algo de dinero, que ese no me interesa ni aquí ni allá, tomo Querétaro, aquí estoy cerca de León, San Luis y el Distrito Federal, donde está mi familia. Asumo este reto, porque tengo fe y confianza de que lo voy a sacar adelante”.
¿Le queda claro el reto que tiene enfrente?
“Es un paquetote, pero no me asusta; a estas alturas de mi vida profesional no me asusta nada. Hay equipos como América, que con el plantel que tienen son facilísimos. Con otros, como Querétaro, debemos trabajar con lo que tenemos, hacer un gran papel”.
“Es un paquetote, pero no me asusta; a estas alturas de mi vida profesional no me asusta nada. Hay equipos como América, que con el plantel que tienen son facilísimos. Con otros, como Querétaro, debemos trabajar con lo que tenemos, hacer un gran papel”.
¿Cómo hacer que los jugadores asimilen todo esto?
“De eso no me preocupo: o cambian o cambian. Deben entender la problemática en la que estamos y en la que se metieron. Cuando estuve de comentarista aprendí que cuando uno dice la verdad se molestan, pero así soy yo y a todos los puedo mirar a los ojos; algunos me sacan la vuelta, me bajan la vista y los que me hablaron, me quitan el saludo, lo que habla de la poca personalidad, de que tienen suerte, pero ésa se acaba”.
“De eso no me preocupo: o cambian o cambian. Deben entender la problemática en la que estamos y en la que se metieron. Cuando estuve de comentarista aprendí que cuando uno dice la verdad se molestan, pero así soy yo y a todos los puedo mirar a los ojos; algunos me sacan la vuelta, me bajan la vista y los que me hablaron, me quitan el saludo, lo que habla de la poca personalidad, de que tienen suerte, pero ésa se acaba”.
Los medios de información lo buscan para hablar del América, el próximo contrincante del Querétaro; claro, todos aluden al amor que Carlos Reinoso siempre pregona por las Águilas.
Él no lo oculta, y aunque será su rival acepta que hasta cuando Emilio Azcárraga Milmo le dio las gracias, lo cesó, y le dijo que nadie está por encima del América, “algo hice que parecía que sentía eso”, fue un momento especial.
Él no lo oculta, y aunque será su rival acepta que hasta cuando Emilio Azcárraga Milmo le dio las gracias, lo cesó, y le dijo que nadie está por encima del América, “algo hice que parecía que sentía eso”, fue un momento especial.
Sin embargo, de inmediato pregunta: ¿Y a quién crees que le voy el domingo, yo dirijo al Querétaro? A lo que sólo se contestó: “Pues le voy y quiero que gane el Querétaro”. Con lo que apagó cualquier especulación sobre su idilio con el cuadro de Coapa, pues quiere demostrar su capacidad y la de sus jugadores en ese duelo.
Minelli Atayde
6 comentarios:
MUCHISMA SUERTE MAESTRO
Y QUE LASTIMA QUE NO ESTE EN EL AMERICA
USTED SI MERECE ESTAR EN EL AMERICA
NO LA "FLAMANTE" DIRECTIVA Q TEMENOS
SALUDOS Y SUERTE
ESPERO QUE UN DIA (MUY PRONTO) ESTE EN AMERICA..
Muchas gracias por sus comentarios siempre los leo aunque no me da tiempo de contestar todo, sepan que siempre veo la página. Ahora estoy dando todo mi esfuerzo junto con mi cuerpo técnico y jugadores para sacar al Querétaro adelante y tenemos mucha fé en que así va a hacer, gracias por su apoyo!!
Sabemos que es capaz de salvar al Querétaro y de mucho más!
Por su puesto que le deseo lo mejor, y espero que cumpla sus metas a corto, mediano y largo plazo, y si en uno de esos está regresar al equipo de nuestros amores, pues qué mejor!
Saludos y mucha suerte!
Mucho exito maestro, es una empresa complicada pero usted esta para eso y más... perdone que la joven directiva americanista ignore el peso que su historial representa en esa institución, quienes nos honramos de ser americanistas de carne hueso, sangre y corazon, siempre al hablar de usted inclinaremos la cabeza en señal de respeto, le reitero mis mejores deseos confiando en que logrará hacer del Querétaro una obra a semejanza suya, es decir, de corazon, de espíritu combativo y leal a la victoria
Gracias amigos, de verdad enfrentarnos al América era todo un reto, creo que lo hicimos bien aunque nos faltó ganar, sin embargo me quedo satisfecho porque mi equípo demostró que está para más, mejoró muchísimo en todos los aspectos pero... nos faltó el gol, nos faltó el triunfo y todos los que me conocen bien, saben que a mí me gusta ganar.
Para mí después de tres años de no entrenar significó mucho jugar contra el equípo de mis amores, hace unas semanas sólo deseaba que ganara y esta vez sólo deseaba ganarle. Como profesional se que ustedes me entienden perfectamente bien. Soy un ganador y no me gusta ni empatar ni perder, así sea contra el América.
Gracias por su apoyo de siempre, me siento muy motivado cuando leo sus mensajes y de verdad se los agradezco.
Que Dios los bendiga y espero seguir en contacto con ustedes por este medio,
Carlos
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