viernes, 24 de abril de 2009

Les diré.

Después de...

Como siempre regresando de ‘Super Estadio’ para estar en contacto con ustedes, con el dolor y la burla de estos días, ya es jueves y sigue doliendo como si fuera domingo, es que cómo duele perder con el odiado rival.

Los recuerdos de mi época de jugador y de técnico me ponen más triste, perdí una sola vez como jugador y creo y no me acuerdo bien, como técnico dos. Por eso me duele tanto. Pero los bonitos recuerdos te hacen fuerte ante el dolor provocado por este mal resultado.

¡Ay dios mío! Que feo es perder con las Chivas. Te cambia el humor, el estado de ánimo no es el mismo, así me siento hoy después de tantos días. Se y estoy seguro que ustedes también la están pasando mal. Pero como consuelo nos queda que este domingo ganándole a Tecos, a Monterrey y cerrando con Necaxa lograremos la clasificación. Como consuelo decía, esperemos poder enfrentarnos otra vez con las Chivas y ese día jugarlo como se tiene que jugar. Con pasión, con amor, con orgullo y con ese sentimiento de revancha que tenemos hoy día y queremos los americanistas.

Se me hace tan difícil tener que dar una explicación de lo inexplicable, como un fanático más me cuesta lo indecible reconocer que nos ganaron bien.

Les había dicho que les iba a contar alguna anécdota de mis juegos contra las Chivas pero la verdad, compréndanme no estoy de humor, me gana el sentimiento y me cuesta horrores tener que hacerlo. Les prometo que les platicaré de todas estas anécdotas hermosas cuando le ganemos a las Chivas el próximo Clásico.

Ciao,

"América hasta la muerte y después de la muerte también"

Carlos Reinoso

domingo, 12 de abril de 2009

Los clásicos no se platican, se juegan y se ganan.

Como siempre, regresando del estudio después de escuchar a mis compañeros me refiero a todos los que trabajan en Super Estadio, ya sea al aire o fuera de cámaras, obviamente después de todo el cotorreo que tengo que aguantar, el clásico ya se empezó a jugar.

Después de la tristeza de hoy día en el Azteca, tenemos que enfocarnos en el partido más importante de este torneo, nuestro próximo y acérrimo rival que es Chivas, y como les digo a mis compañeros, se los digo a ustedes: Los clásicos no se platican, se juegan y se ganan. Esto lo aprendí desde el primer día que me tocó jugar un clásico, en el cual tuve la suerte y la fortuna de ganarlo y de golear a las Chivas. Ese día en el Azteca empezamos perdiendo 1-0 y en el primer tiempo ya ibamos ganando 4-1, creo que fue de los mejores partidos que jugué en México, terminamos ganando 5-2. Ahí empecé a saber la importancia que tenía para él dueño del equípo Don Emilio Azcárraga y nuestro presidente que era Don Guillermo Cañedo. (mis padres tanto en el fútbol como en mi vida). Nos dirigía el maestro Roca, nuestro secretario técnico era Panchito Hernández, les cuento esto porque no me acuerdo del resultado del partido anterior pero si me acuerdo que desde el lunes nos concentramos porque jugábamos el jueves y lo único que escuchábamos de boca de ellos era que el clásico había que ganarlo y se dió lo que tanto nos pedía Don Emilio: ganar, golear y gustar. De ahí nace la rivalidad porque el maestro Roca con su particular forma de ver el fútbol y de motivar nos enseñó el odio deportivo que teníamos que tener al enfrentar al equipo Guadalajara. Este odio futbolístico fue creciendo porque ustedes los aficionados, me refiero a los americanistas y a los chivas, han hecho que este clásico sea uno de los más importantes y pasionales del mundo, gracias al fútbol he visto Boca-River, Flamengo-Fluminense, Peñarol- Nacional, será porque no los jugué, los he visto como espectador, la pasión que hay en nuestro clásico es la más importante del mundo.

Después en mi época como técnico, mi frase predilecta era que lo teníamos que jugar con cara de perro, y eso se les grabó a los muchachos que antes habían sido mis compañeros como jugador. Otra de las cosas que pasan en este clásico, por lo menos así lo viví yo, les cuento, el sudor en un vestidor es diferente, la adrenalina que corría por mi piel era diferente a cualquier partido de fútbol, y no se olviden que jugué un mundial representando a mi país pero les repito antes de un clásico el sudor es diferente en el vestidor.

Ojalá así lo sientan los muchachos que hoy día están defendiendo nuestra playera, los clásicos no se platican, se juegan y se ganan.

Ciao,

Que Dios los bendiga,

Carlos Reinoso

"América hasta la muerte y después de la muerte también."

CARLOS REINOSO

Nota: El jueves les contaré más sobre los clásicos que me tocaron jugar y dirigir. Ah! en el primer clásico hice un gol y dí 3 pases de gol.

viernes, 3 de abril de 2009

¡Se los dije!

¡Se los dije!

Así empecé mi comentario hoy día en televisión sin querer faltarle el respeto a nadie mucho menos a mis compañeros Francisco Javier González, Toño Moreno, Manuel Manzo y Jorge García. Refiriéndome al tema del día: el despido de Sven Goran Erickson. Y el "se los dije", es simplemente por el conocimiento que tengo de nuestro fútbol mexicano, por supuesto ustedes deben de saber que conozco más la historia del América porque soy parte de ella.

39 años en el fútbol mexicano, me daba el derecho de comentarlo el día que lo nombraron, un sueco dirigiendo latinos (mexicanos), sin hablar bien el idioma y con un total desconocimiento de nuestro medio y por ende del fútbol centroamericano del área de CONCACAF.

Fué de las peores decisiones que se han tomado en este fútbol nuestro y esto pasa continuamente, contratan gente que ha hecho algo fuera de nuestro país creyendo que van a conseguir los mismo éxitos que tuvieron en el suyo. Por eso decía el día que lo nombraron, que iba a ser un rotundo fracaso este pobre muchacho que es el menos culpable de haber venido. Se fué sin dejar nada como muchos que han venido y seguirán viniendo si nuestros directivos no tienen a su alrededor gente que los asesore en el conocimiento de este fútbol mexicano tan complejo y tan único.

Para poder dirigir acá hay que conocer perfectamente el medio y todo su entorno y con los cambios tan radicales que han habido en este país y en nuestro fútbol, dónde ahora éste se maneja como empresa, es importantísimo que los directivos tengan un comité con gente que conozca profundamente y sin intereses personales y buscando siempre lo mejor para su club o en este caso el fútbol mexicano.

Como decía mi padre: "m'hijo si no conocía bien al difunto no vaya a su velorio"

La naturaleza de los hombres soberbios es mostrarse insolentes en la prosperidad y humildes en la adversidad.